Muchos de nosotros hemos escuchado sobre el estilo de vida minimalista, pero no sobre cómo puede ser implementado en la moda. Nadie te está pidiendo que vivas con tres blusas y dos pantalones, pero el minimizar la cantidad de prendas que compras y usas puede ayudarte mucho a ser más sostenible - ¡y a gastar menos tiempo en elegir qué ponerte y a ser más organizada!
Un estilo de vida minimalista es tal como suena: se basa en vivir con las cosas realmente necesarias y comprar lo que realmente sirve un propósito. “El minimalismo es el antídoto a la sobrecarga”[1]. Motiva una autoevaluación de tu relación con los objetos que tienes y pretende hacer que unas pocas cosas tengan mayor valor para ti.
Hay algunas razones por las que deberías empezar a seguir la moda minimalista, o al menos implementar algunas ideas del estilo en tu vida cotidiana. Primero, no cedes al fast fashion. El fast fashion es el término utilizado para describir tendencias fugaces que pasan rápidamente de desfiles de moda a las tiendas[2]. Esto en muchos casos significa que están a la moda por una o dos temporadas y luego son olvidadas. Con el estilo minimalista, se reducirán esos ciclos de “comprar y desechar” al buscar piezas atemporales y extender el uso de dichas prendas.
Segundo, ganas en tu lucha contra el consumismo. El tener más es visto como vivir mejor, cuando eso no es precisamente correcto. Al enfocarnos menos en lo que se percibe como necesario o en lo que las otras personas tienen, te permitirás estar presente en el momento, además de poder invertir más en experiencias en vez de en decenas de prendas que probablemente terminen no siendo usadas.
Tercero, todo tendrá un propósito. No te tomarás treinta minutos revisando una pila de prendas que compraste hace años para ese evento o para dicha fiesta. Cada una de tus piezas tendrá mayor valor y serán fáciles de combinar.
Ahora, aquí hay algunos consejos para ayudarte a empezar tu transición hacia un estilo de vida más minimalista (o al menos, a poder aplicar algunos de sus aprendizajes a tu vida diaria). Empieza por enfocarte en la calidad antes que en la cantidad. Es mejor tener un par de sweaters que te mantendrán abrigada, durarán un largo tiempo y combinarán con el resto de tu ropa a tener muchos que igual no usarás. Fortalece tu closet teniendo pocas, pero buenas, piezas.
Además, haz un detox de tu guardarropas. Tomate algunas horas y revisa todo lo que tienes, al estilo Marie Kondo y mira si te brindan alegría. No te quedes con cosas que solamente están ahí para quitarte espacio y no para sumarte valor.
Luego, incluye básicos y algunas piezas únicas. Cuando sigues un estilo minimalista, puede llegarse a sentir un poco monótono si es que solamente usas las mismas prendas una y otra vez. Por eso es importante comprar también algunas piezas que puedan darle el toque extra a tus outfits, como una cartera llamativa o un vestido de crochet.
Finalmente, si es que quieres iniciar el proceso, recuerda no desechar las prendas a las que les estás diciendo adiós - es mejor donarlas, regalarlas a familia o amigos, o venderlas en plataformas de ropa de segunda mano, lo que te ayudará a reducir los residuos que podrías crear.
Recuerda: no tienes que pasar a un estilo minimalista de la noche a la mañana. Empieza por incluir estos consejos en tu día a día y observa lo que pueden hacer por ti.
Referencias:
[1] Ofei, M. (2022). What is a Minimalist Lifestyle? (And What It’s Not). Recuperado de https://theminimalistvegan.com/what-is-minimalism/
[2] Hayes, A. (2017). What is fast fashion? Recuperado de https://www.investopedia.com/terms/f/fast-fashion.asp